viernes, 10 de julio de 2009

REFLEXIONES EN TORNO A LA FORMACIÓN DOCENTE

Las Nuevas Tecnologías y su incorporación al ámbito educativo promueven la creación de nuevos entornos didácticos que afectan de manera directa tanto a los actores del proceso de enseñanza-aprendizaje como al escenario donde se lleva a cabo el mismo. Este nuevo entorno, creado a partir de las Nuevas Tecnologías requiere un nuevo tipo de alumno; más preocupado por el proceso que por el producto, preparado para la toma de decisiones y elección de su ruta de aprendizaje. En definitiva, preparado para el autoaprendizaje, lo cual abre un desafío a nuestro sistema educativo, preocupado por la adquisición y memorización de información y la reproducción de la misma en función de patrones previamente establecidos.

Es por ello que las Nuevas Tecnologías aportan un nuevo reto al sistema educativo que consiste en pasar de un modelo unidireccional de formación, donde por lo general los saberes recaen en el profesor o en su sustituto el libro de texto, a modelos más abiertos y flexibles, donde la información situada en grandes bases de datos, tiende a ser compartida entre diversos alumnos. Frente a los modelos tradicionales de comunicación que se dan en nuestra cultura escolar, algunas de las tecnologías generan una nueva alternativa tendiente a modificar el aula como conjunto arquitectónico y cultural estable donde el alumno puede interactuar con otros compañeros y profesores que no tienen por qué estar situados en un mismo contexto espacial.
Esta nueva perspectiva espacio-temporal exige nuevos modelos de estructuras organizativas de las escuelas que determinen no sólo el tipo de información transmitida, valores y filosofía del hecho educativo, sino también cómo los materiales se integran en el proceso de enseñanza-aprendizaje, las funciones que se le atribuyen y los espacios que se le concede.

¿Qué hacemos ante este nuevo modelo si...
- El sistema de formación docente fue pensado para otra época. No había logrado adecuarse a los requerimientos del siglo XX cuando le salió al paso el siglo XXI. A un sistema pensado desde lo centralizado y lo homogéneo, es difícil pedirle flexibilidad, autonomía escolar, diversificación. Un sistema organizado para transmitir y memorizar, no comprende por qué ahora hay que “facilitar aprendizajes”. ¿Cómo acoplar la computadora, el correo electrónico y el Internet a un sistema pensado desde el lápiz, el papel y la pizarra, que ni siquiera llegó a aprovechar la máquina de escribir, la grabadora, la cámara de fotos, el video o la televisión, y ni siquiera está aún en capacidad de aprovechar las bibliotecas de aula y los acervos que contrarían al libro único e igual para todos? Evidentemente, no se trata de un mero cambio del “rol docente” sino de un cambio profundo del propio modelo escolar: no hay posibilidad de que los docentes asuman un nuevo rol profesional en el marco de un orden escolar atrasado, rígido y jerárquico, pensado para docentes-ejecutores, no para docentes reflexivos, creativos, autónomos.
- A fines-inicios de siglo, la cuestión docente se ha tornado explosiva e insostenible para todos, pero sobretodo para los docentes. Es enorme la brecha entre la educación necesaria para enfrentar los retos del presente, ni qué hablar del futuro, y para satisfacer las demandas puestas sobre los docentes por las modernas reformas educativas, y las condiciones reales en que se desenvuelve hoy la tarea docente y la propia institución escolar. La brecha es particularmente pronunciada en los países pobres y en los sistemas de enseñanza pública. En América Latina, en la década de 1990, el desencuentro entre docentes y reformas se agudizó y llegó a niveles de abierto enfrentamiento, en muchos países. (Torres, 2000).
- En los últimos tiempos, y en el marco de la globalización y de la hegemonía del proyecto neoliberal en el mundo, dos realidades superpuestas y contradictorias han venido a plantear la necesidad de cambios profundos en la institución escolar y en el rol docente de manera específica: a) el desarrollo y la expansión acelerada de las modernas tecnologías de la información y la comunicación (TIC), las cuales han venido a revolucionar la propia manera de pensar y encarar los problemas y las soluciones de la educación y el aprendizaje.
b) el desarrollo y la expansión de la pobreza y la exclusión social en el mundo, con todas sus implicaciones y secuelas. Esto ha obligado a la institución escolar, y a los docentes concretamente, a asumir funciones de contención social y afectiva, no sólo de los alumnos sino a menudo de sus familias, menoscabando así la función propiamente pedagógica y el propio sentido individual y social de la educación, frente a las realidades de la supervivencia, el desempleo, la desintegración familiar, la fragmentación social, la violencia, la desesperanza.

Hablar de Nuevas Tecnologías exige una línea de argumentación propiamente educativa, centrada en reflexionar y debatir sobre qué cuestiones ideológicas entran en juego al utilizar en la educación ciertos medios dentro de sus posibilidades educativas, administrativas, y culturales. Para que los medios queden integrados en el trabajo cotidiano de las aulas, se requiere la participación activa de un elemento clave: el profesional de la educación.
El docente es quien, en cada situación de aprendizaje, con sus decisiones y su actuación, conseguirá que el medio quede integrado. Desde esta perspectiva es evidente que el papel que debe desempeñar el profesor ha de sufrir un cambio profundo con respecto al que ha ejercido de forma tradicional. El profesor pasará de ser el elemento predominante y exclusivo en la transmisión de conocimientos a convertirse en una pieza clave del proceso enseñanza-aprendizaje, como elemento mediador generador y organizador de situaciones de aprendizaje. Constituye una pieza esencial de todo proceso de mejora cualitativa de la enseñanza, para lo cual su formación en Nuevas Tecnologías resulta fundamental. De ahí que haya que plantearse seriamente el tema de la formación de docente en el uso de las Nuevas Tecnologías desde planteamientos pedagógicos que garanticen la verdadera integración de estas herramientas en la realidad escolar.

Tomando palabras de Adrián Paenza en Cirujanos y maestros en el siglo XXI
"Mucho cambió: la tecnología el abordaje de ciertas disciplinas, pero no tengo claro que lo mismo se haya producido con los métodos y programas de enseñanza. Mi duda es: si elegimos no cambiar nada, no hay problemas. Si evaluamos que lo que se hace desde hace un siglo es lo que queremos hacer hoy, no hay críticas. Pero si lo que hacemos hoy es lo mismo que hace un siglo, porque lo revisamos poco o lo consensuamos menos, hay algo que funciona mal. Y vale la pena cuestionarlo."
Si no realizamos un cambio en nuestra formación, seguiremos repitiendo modelos y no lograremos en nuestros alumnos la capacidad de pensar, seguirán desinteresados, aburridos, desatentos. Generando un cambio de eje en la formación docente, el rol docente será no sólo enseñar de una manera distinta a lo que les enseñan a ellos (tanto en el sistema escolar como en la formación docente), sino estar preparados para enseñar lo que no saben y nadie les enseñó. Si, en el rol docente convencional, un docente sólo podía enseñar lo que sabía o dar a leer a sus alumnos lo que él o ella ya habían leído con anterioridad, el nuevo rol docente implica la capacidad para identificar lo que no se sabe, aceptar que no se sabe, saber buscar y ayudar al alumno a buscar lo que necesita saber.
Pocos saben (y/o saben enseñar) hoy lo que la mayoría necesita aprender; por otra parte, mucho de lo que se requiere aprender requiere ejercitación, uso activo de ese aprendizaje. El “aprender haciendo” o el “aprendizaje por inmersión” se instala como una vía legítima y necesaria de aprendizaje en muchos ámbitos, tanto para los alumnos como para los docentes. A “reflexionar críticamente sobre la propia práctica”, parte de toda competencia profesional, se aprende fundamentalmente en el contacto y el intercambio con el grupo de pares.

Los invito, entónces, a investigar sobre algunas herramientas digitalesque nos van a servir para el uso en el aula, si queremos empezar a cambiar nuestras prácticas... Empecemos con el aporte de los blogs. Les dejo este video


Seguimos con "Los wikis"



Algunas webquest en la enseñanza.
Una Webquest es una actividad que está orientada a la investigación en la que la información para realizarla proviene de internet. Presenta actividades orientadas y guiadas que le permite al alumno llevar a cabo una tarea específica a través de consignas y recursos brindados por el docente.
A modo de ejemplo:

Peligro Bacterias. Ciencias Naturales

El agua y su ciclo. Ciencias Naturales

Matemática y arte

De cómo crear una webquest


Espero que estas ideas las puedan utilizar para mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Stella

1 comentario:

  1. Estimada Stella,

    Luego de leer tu reflexión, he podido ver y me has llevado a reflexionar, que se necesita un cambio más alla del uso de las herramientas por si mismas, sino que debe existir un cambio profundo. De nada sirve llevar a los chicos a realizar el mismo tipo de ejercicios que realizan en la clase tradicional a las computadoras, ya que no resultará significativo para los alumnos.
    Creo que los médicos continúan estudiando para poder salvar más vidas de persona y poder brindarles a sus pacientes un mejor estilo de vida. Lo mismo los dentistas, creería que hoy no vemos un dentista sacando una muela sin anestesia. El cambio es posible si, nosotros docentes, nos consideramos "profesionales", e invertimos un poco de tiempo para perfeccionarnos. He escuchado por ahi:
    "yo no voy a quitar tiempo de mi vida a perfeccionarme ya que me paso horas trabajado en el colegio".
    Imaginense un doctor teniendo esa postura "yo no voy a capcitarme, paso muchas hora en el consultorio", que desastre sería ¿No?

    Saludos,

    Juan Domingo

    ResponderEliminar